RETOS FUTUROS


El concepto del Value Stream Mapping (VSM) fue originalmente concebido en el libro “learning to see” de Mike Rother y John Shook. Aunque algunos aspectos de la metodología se dejaron abiertos a la libre interpretación, la herramienta descrita como tal, se fundamenta en algunos supuestos no mencionados tales como (Arraya, 2011):

- Tiempos de ciclo constantes por producto e incluso por familias de productos.
- Diferentes referencias de productos (variaciones de producto) que pueden ser fácilmente separadas en familias.
- Sistemas tipo pull como la forma apropiada para reducir los desperdicios.
-  Rutas constantes.
- Porcentajes de dedicación de las maquinas constante para cada familia de productos.

Estas suposiciones subyacentes comunes crean un entorno de confusión para aquellos procesos que no se ajustan a las mismas. Este es el caso de los ambientes de manufactura clasificados bajo la tipología Alta variedad/Bajo volumen (High Mix-Low Volume) que presentan las siguientes características:

- Gran variedad de productos fabricados en cantidades relativamente bajas.
- Muchas rutas diferentes para todos los productos.
- Entornos de manufactura tipo Job Shop.
- Alta variabilidad de los tiempos de ciclo dependiendo del tipo de producto.
- Alta variabilidad en la demanda para cada tipo de producto.

Es sobre este tipo de procesos con ambientes tipo High Mix-Low Volume que se han centrado los esfuerzos de desarrollo actuales del VSM; una herramienta, que como cualquier mecanismo de mejora de procesos está de por si sujeta al descubrimiento e introducción de nuevas ideas y conceptos en años venideros (Nash y Poling, 2008). Nuevas ideas emergen en forma regular sobre la manera de utilizar esta técnica, lo cual se ha visto reflejado en publicaciones posteriores a la de Rother y Shook que, entre otras cosas, ofrecen una aproximación al uso de la técnica para el mapeo de procesos no productivos en entornos tipo oficina, o incluso para los servicios de salud (Rubiano Ovalle, González Hoyos, y Micán Rincón, 2010).

En lo que respecta a los procesos con ambientes High Mix-Low Volume es perceptible la necesidad de disponer de una metodología diferente que extraiga todos los aspectos positivos que la técnica del VSM puede traer, y los combine con muchas otras herramientas existentes para la optimización de este tipo de entornos. 

La gestión lean provee un conjunto de herramientas diferentes para la optimización de este tipo de entornos, sin embargo, la mayoría de ellas abordan la temática de forma breve e ineficaz. Por otro lado, los gerentes de manufactura emplean diferentes métodos para reducir los desperdicios y controlar adecuadamente los mismos. El hecho es que nunca se ha desarrollado una herramienta que compile estos métodos. Aún más extraño de encontrar es que estos métodos se hayan mezclado con el VSM tradicional para proveer un nuevo enfoque conceptual y de aproximación para mejorar estos procesos.

La cantidad de publicaciones relacionadas con la temática High Mix-Low Volume son numerosas, pero la mayoría de ellas califican como mecanismos para implementar mejoras en situaciones muy específicas, que se limitan a proponer la aplicación de herramientas ampliamente reconocidas como 5S’s y los sistemas tipo Pull.

La situación obliga a los supervisores, Ingenieros Industriales, y los gestores de este tipo de  entornos a tratar de controlarlos haciendo una de cuatro cosas: a) buscar constantemente nuevas herramientas para mejorar el proceso, b) centrarse en una sola fuente de conocimiento, lo que les impide tener una visión incompleta de las posibilidades que existen para mejorar el proceso, c) intentar implementar de forma ineficaz las herramientas de gestión lean no destinadas a este tipo de ambientes, o d) distanciarse de una filosofía de gestión y, controlar la producción de forma instintiva.   

La problemática se ha visto magnificada y tiene un mayor peso en la actualidad. En una era en la que la personalización masiva se ha convertido en la “moda”, y los consumidores son extremadamente exigentes con respecto a la variedad de productos que desean, los entornos High Mix-Low Volume se están transformando en la norma. Los consumidores quieren tener el control de casi todas las características de un producto, hasta el punto en  que se están convirtiendo en parte del equipo de diseño, y exigen los niveles de calidad  y precios a los que están acostumbrados con los productos de alto volumen.

Otro tipo de retos que se plantean, incluyen la necesidad de permitir que el VSM conduzca a la adopción de sistemas híbridos pull/push cuya superioridad ha sido demostrada en diferentes entornos industriales. Bertolini (2013) ha abordado este desafío y presenta una mejora del VSM tradicional que incluye nuevo símbolos y fórmulas matemáticas simples.